sábado, 22 de febrero de 2014

El PNR se convierte en el Partido de la Revolución Mexicana.


Los cambios al interior del Partido Nacional Revolucionario se aceleraron con la aprobación del Plan Sexenal de Gobierno y con la reformas al artículo 3 Constitucional (1933); con la llegada del general Lázaro Cárdenas a la Presidencia (1934); con el compromiso presidencial de cumplir el Programa Sexenal y apoyar el Programa de Educación; con la firma del Pacto de Solidaridad firmado por obreros y campesinos en torno al Presidente (15 de junio de 1935) y, principalmente, por la salida al extranjero de Calles.


La transformación del PNR se inició en noviembre de 1937 impulsada por Lázaro Cárdenas "para revertir el alejamiento e incongruencias entre sus objetivos de fundación; la inconsecuencia entre teoría y práctica y el alejamiento de las masas por no haberlas tomado en consideración en las decisiones fundamentales". El cambio buscaba "un partido con conciencia crítica de la realidad social y política; un partido de obreros, campesinos y mujeres en donde las mayorías decidan y, básicamente, un partido de masas y no de élites".


La transformación del Partido Nacional Revolucionario a Partido de la Revolución Mexicana (PRM) se concretó el 30 de marzo de 1938, a las 15:30 horas, Silvano Barba González declara formalmente constituido el nuevo Partido. Nace bajo el lema “Por una Democracia de los Trabajadores”. Su declaración de principios acepta el sistema democrático de gobierno; señala que las conquistas de “nuestro movimiento social son resultado de la lucha permanente del pueblo”; reconoce la existencia de la lucha de clases como inherente al régimen capitalista y sostiene el derecho de los trabajadores de contender por el poder político para usarlo en su mejoramiento; considera como objetivo la preparación del pueblo para implantar una democracia de trabajadores y para llegar al régimen socialista.



Exige colocar a la mujer en un plano de derechos y prerrogativas idénticas a las de los varones. Lucha por la colectivización de la agricultura, el apoyo a la clase obrera y el derecho a la huelga, el combate contra el fascismo o cualquier otra forma de opresión “que adopte la clase privilegiada de la sociedad con perjuicio de las libertades de los trabajadores y otros sectores del pueblo”, la intervención del Estado en la economía, la implantación de un programa educativo oficial en las escuelas particulares, la no intervención y autodeterminación de los pueblos como principios rectores del derecho internacional, la libertad para los indígenas, el establecimiento del Seguro Social, el control de los precios y el fomento a la construcción de habitaciones populares.


El pacto constitutivo del PRM establece que las ligas de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos y la Confederación Campesina Mexicana formarán el sector agrario. La Confederación de Trabajadores de México, la Confederación Regional de Obreros Mexicanos, la Confederación General de Trabajadores, el Sindicato de Electricistas y el Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, el sector obrero. Los miembros del Ejército y la Armada, el sector militar, pero en su exclusivo carácter de ciudadanos y no en representación del ejército. Se crea un cuarto sector, el Popular, formado con cooperativistas, artesanos, industriales, estudiantes, profesionistas, etc.


Los sectores campesino, obrero y popular conservarán plena autonomía en la consecución de sus finalidades específicas. Los cuatro sectores se obligan a intervenir en política electoral exclusivamente por medio del partido. Las agrupaciones campesinas se comprometen, además, a no admitir en su seno a los contingentes que a la fecha pertenecieran a cualquiera de las organizaciones obreras, y éstas a su vez se obligan a no admitir elementos de las agrupaciones campesinas.


En los estatutos se establece una organización territorial compuesta por Comités Ejecutivos Regionales en los estados, territorios y el Distrito Federal, así como Comités y Subcomités Municipales.



Fue así, que "el Estado se convirtió en el impulsor y rector del desarrollo productivo al intervenir en los renglones económicos considerados fundamentales para salvaguardar la soberanía nacional, reafirmando el compromiso irrenunciable de promover la justicia social".


Arias, F. (2012). PNR, PRM Y PRI: 83 Años de Cambio. Recuperado el 22 de febrero de 2014 de http://www.oem.com.mx/eloccidental/notas/n2471588.htm

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